sábado, 7 de abril de 2012

FAMILIA Y CRIMINOLOGIA



FAMILIA Y DRIMINOLOGÍA

En el seno del hogar, el niño debería contar con el aliento necesario para formar su propia personalidad y crearse un sentido de responsabilidad y la capacidad de obrar por propia iniciativa. Pero, habiendo analizado las anteriores características que destruyen o aminoran las influencias familiares positivas, es necesario ver ahora las consecuencias traducidas en criminalidad.

Veamos entonces cada uno de ellos:

a) Los primogénitos

Según estadísticas, nos muestran que los hijos primogénitos son mucho más delincuentes que sus hermanos que le siguen.

Las razones para la mayor delincuencia, según se admite corrientemente, son tanto de tipo biológico, como social. Entre las primeras están la inferioridad biológica de los padres, consecuencia de la inmadurez sexual, fuera de que el primer parto es el más difícil y más dañino para el nuevo ser. Entre las razones sociales se pueden contemplar:

- Falta de experiencia educativa de los padres.

- Mimos exagerados que debilitan la personalidad del niño.

- Celos, cuando la situación de preferido se pasa a otra.

Las causas de inferioridad psíquica y social son en general más importantes que las biológicas.
Podemos agregar que frecuentemente el hogar, durante sus primeros años, suele ser menos estable no sólo por la menor compenetración entre los padres, sino también porque la situación económica suele ser más incierta, en tales circunstancias el primogénito deberá moverse como modelo u otro frente a los hermanos que le siguen. Además, no es raro que el primogénito sea sacrificado por los hermanos, teniendo que trabajar pronto para contribuir al sostenimiento del hogar y hasta los estudios de los menores.

b) Los hijos únicos

La delincuencia del hijo único es proporcionalmente mayor que la de los niños que tiene hermanos. Debemos aclarar que esta situación muchas veces cambian por ciertos factores propias del vínculo familiar y el ejemplo de los padres.

Es corriente que la situación de los hogares en que se da el hijo único, sea económicamente más firme, ya que el hijo único no es precisamente característico de las familias pobres, pero aun en el caso de que se trate de familias modestas, el presupuesto no debe ser repartido entre muchos. La atención de los padres se concentra sobre un hijo. El ser hijo único constituye en este caso una desventaja, como que lleva a delincuencia mayor, o por lo menos igual, que la de varios hermanos, pese al contrapeso constituido por la buena situación económica.

Los hijos únicos, más frecuentemente que los otros, provienen de familia en buena posición económica, por lo que los jueces, ante los cuales aquéllos se hubieren presentado por inconductas, no los envía a reformatorios u otras instituciones, sino que los devuelven a los padres, de manera natural, las sentencias del juez de menores tienen que tomar en cuenta el hecho de que el presupuesto familiar esté o no recargado. Con lo cual, parte de la criminalidad de los hijos únicos escapa a las estadísticas.

c) Las familias numerosas

En general los hijos de familias numerosas, y más cuanto más numerosas, muestran mayor delincuencia que los hijos que integran hogares pequeños, los ya estudiados.

Si lo planteamos de un modo teórico, parece que la familia numerosa, precisamente por serlo, brinda un ambiente más amplio de socialización y, consiguientemente, debería dar numerosa delincuencia. Pero en la realidad, la familia numerosa suele verse ante varias desventajas, sobre todo de tipo económico. En efecto, la familia numerosa se da sobre todo en sectores modestos o pobres, en ellos debido al número de bocas que hay que satisfacer, ambos padres se ven obligados a trabajar, por lo que descuidan la vigilancia y ecuación de los hijos, y el hogar suele contar con muchas deficiencias materiales, por todo esto el niño comenzará a vivir más en la calle.

d) El sexo de los hijos

Es un hecho que los varones dan, en términos generales, mayor delincuencia que las mujeres. De ahí que no llame la atención que Sletto haya podido comprobar que cuando una sola mujer es educada entre varios hermanos varones, la delincuencia de aquella es mayor que la de las muchachas que tienen hermanas; parecería que la mujer, en aquellas condiciones, asimilara la mayor proclividad delictiva masculina. La contraria disminución de la delincuencia masculina si hay un solo varón entre varias mujeres no se ha demostrado.

RUBEN ALEJO CONDE
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2 comentarios:

  1. Excelente información, muchas gracias por compartir. Solo falta las fuentes en las que te basas, te lo agradecería mucho!!
    Saludos

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  2. me encanto tu informacion

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